Comer cuando hay que comer
Con dedicatoria a las lectoras Verónica García y Liliana Santillán.

Hola amigos, gracias por leer este artículo de la semana. Deseo les sea de utilidad.
En alguna ocasión en este blog he comentado que en la actualidad la recomendación de comer tres o cinco comidas al día no es una regla de oro que todos debamos hacer para cuidar nuestra salud.
A partir de que las ciencias de la nutrición, la biología molecular y la genética comenzaron a caminar juntos se han rescatado una serie de argumentos que nos ayudan a reflexionar al respecto de las características individuales de cada humano, y que por tanto las recetas mágicas no existen ni existirán. Lo que les funciona a unos a otros no.
Por ejemplo:
1) Aunque todos tenemos una genética muy parecida, no funcionamos igual.

2) El no tener hambre podría considerarse una señal de que el cuerpo necesita reposo para resolver algo interno y por tanto no habría que forzar a comer.
3) Hay quien necesita varias comidas al día para sentirse con energía vital, hay quienes no.
4) Existen personas que se sienten con mayor energía por la mañana y otras por las tardes-noches, y esto debe respetarse para buscar los mejores momentos para nutrirse.
5) Todos podemos ver personas delgadas que comen y comen y no tienen sobrepeso, y otras que según sus palabras "huelen la comida" e incrementan su peso rápidamente.
Todo lo anterior, es debido a que la expresión de nuestros genes son diferentes en cada uno y combinado con los aprendizajes a lo largo de nuestra vida respecto a la alimentación; como resultado, tenemos diferentes formas de funcionar y por tanto los cuidados en la alimentación deberían adaptarse a dichas particularidades.
En el caso de nuestra lectora Verónica que me preguntaba ¿menús para comer dos veces al día? le respondería que sin problema se puede establecer dos tiempos de comida al día si esto impulsa a mejorar su estado de salud. Hay que elegir un horario por la mañana y otro en la tarde para hacer las tomas de alimento. De preferencia ambos sean comidas completas y gran cantidad de nutrientes con abundantes alimentos frescos incluyendo verduras pues serán tus momentos clave para consumir antioxidantes, vitaminas y minerales. Las frutas y agua podrías ingerirlos solos mientras no sea tu hora de comida. Si después de unas semanas, esta pauta de comer dos veces al día empeora tu salud se deberán hacer ajustes pues tal vez no es lo necesita tu organismo.

Y respecto a la consulta de la lectora Liliana Santillán ¿qué hacer cuando no tengo hambre?, la respuesta es respetarlo. Podrías comer una fruta, un poco de verdura o un té, si esto apeteciera y si no, simplemente nada y esperar al siguiente tiempo de comida. Esto no es nuevo, en culturas muy antiguas el ayuno temporal era una práctica común para sanar. El dejar de comer activa mecanismos de autosanación, así que da un respiro y espera a tener hambre. Mantente hidratada para evitar sentirte mal mientras no comes.
En cualquier caso, el tema de hacer menos tiempos de comida o ayunar por unas horas es con la consciencia de que cuando se vaya a comer se coman alimentos de calidad. De nada servirá y al contrario generará mucho daño al cuerpo, dejar de comer para sentirme muy estresado y ansioso y terminar consumiendo productos o bebidas altamente procesados ricos en azúcares, grasas y sodio. Las adecuaciones en la alimentación deben ser para sentirse mejor y no para sentirse castigado o muy sacrificado.
La alimentación es un pilar de la salud. Úsala a tu favor, si sientes que estás viviendo en la tortura de estar pensando lo que debes o no debes comer, significa que lo que haces no está funcionando. El momento de comer debe generar paz, satisfacción e incluso alegría y además te debe otorgar la capacidad para concentrarte en hacer tus actividades diarias.
El descanso es clave para que esto tenga estos efectos, pero de eso hablamos en otro momento.
Un saludo afectuoso a todos, bonita semana!
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