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ACEITE DE COCO

En los últimos años el uso del aceite de coco se ha propagado a todos los niveles. Paso de ser un ingrediente elemental en la fabricación de productos de paletería a un súper alimento.


Los beneficios divulgados en la sociedad van desde usos para el cuidado de piel, cabello, tratar acné, verrugas, cicatrices, curar heridas, arrugas, herpes, etc. El contenido de ácido laúrico del aceite de coco es el principal responsable de la explicación de los dones otorgados de este aceite. Algunos estudios científicos se han realizado para confirmar tales efectos sobre la piel, pero no todos han mostrados resultados favorables. Por el lado nutricional, en cambio sabemos un poco más. Aunque el auge del consumo de aceite de coco llego hasta usarse como suplemento para tratar obesidad y múltiples enfermedades crónicas, conforme ha pasado el tiempo los reales beneficios se han ido aclarando. Hoy sabemos que no es un aceite que cura todo y no es un aceite que se deba consumir sin moderación.


Abusar del consumo de aceite de coco elevará tus fracciones de colesterol en sangre que podrían poner en riesgo la salud de tu sistema cardiovascular.

Por otro lado, sus efectos positivos a la salud se explican porque contiene ácidos grasos de cadena media (ácido laúrico) que pueden otorgar energía de forma más inmediata que otras grasas en lugar de ser almacenados en el hígado. El consumo de aceite de coco como estrategia para bajar de peso ha resultado poco efectiva. Se pensaba que incrementaba la generación de calor del cuerpo ayudando así a gastar más calorías, pero los resultados científicos han sido fallidos al respecto, observando que a fin de cuentas los participantes de estos estudios no bajaban de grasa corporal ni peso.

Si decides incorporar aceite de coco en tu alimentación debe ser con prudencia.


Es decir usarlo una vez al día sea para cocinar o añadirlo a otro tipo de preparaciones, aprovechando sus ventajas de estabilidad al calor en comparación con otros aceites. Si deseas utilizarlo más veces al día debes disminuir el consumo de alimentos de origen animal (carnes grasosas, mantequilla, mantequilla, productos lácteos, etc), ya que te aportan también grasa saturada como el aceite de coco aunque de otros tipos. Existe en el mercado aceites de coco vírgenes o neutros. Los primeros son los prensados en frío y pueden contener el sabor y olor característicos del fruto. Y los neutros son versiones más refinadas que otorgan una presentación líquida al aceite y ya no tienen olor ni sabor. También puedes encontrar versiones combinadas, versiones vírgenes pero sin olor, etc. Aprovecha los beneficios de la naturaleza pero recuerda que ningún exceso te llevará a buen puerto.


Santos HO, Howell S, Earnest CP, Teixeira FJ. Coconut oil intake and its effects on the cardiometabolic profile - A structured literature review. Prog Cardiovasc Dis. 2019;62(5):436‐443. doi:10.1016/j.pcad.2019.11.001

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