Servicio como fomento a la alegría
La esencia de nuestra existencia es buscar felicidad y bienestar y no lo contrario como a veces parece en el mundo cotidiano. Sentirnos felices proyecta salud y vitalidad en nuestros entornos.

Todos ansiamos encontrar la felicidad, la alegría, pero siempre en el exterior, gracias al dinero, al poder, a un coche más potente o una casa más grande. La mayoría de la gente no repara en la auténtica fuente de vida más feliz, que está en nuestro interior, no fuera, al igual que la fuente de la salud física.
En la alegría está la felicidad por ello hoy deseo hablarte de ella. La alegría podría asociarse a sentimientos variados como: placer, diversión, complacencia, excitación, alivio, asombro, éxtasis, orgullo, elevación o gratitud, por mencionar algunas. Los expertos reconocen a la alegría como la única emoción positiva esencial en el ser humano al lado del miedo, la ira y la tristeza. Por tanto saber más de ella significa ni más ni menos que es ir en busca de aquello que hace que la experiencia del ser humano sea satisfactoria. Como te he dicho en otras ocasiones en aquello que inviertas tu tiempo eso se manifestará en tu presente.

Entonces, la felicidad se produce en un ser cuando llega un momento de satisfacción o bienestar o ha conseguido alguna meta u objetivo, es temporal, y cada persona tendrá sus propios parámetros para experimentar esta sensación. La relación entre la alegría y la felicidad es estrecha, tanto que algunos los ven como sinónimos en algunos sentidos, y fomentar la alegría en tu vida da oportunidad de generar más momentos felices en comparación con mantenerte en la ira, miedo o tristeza.
Uno de los obstáculos principales de la alegría es el dolor y el sufrimiento y no se trata de negar su existencia o querer evitarlo, más bien es cambiar la perspectiva, de uno hacia los demás. Es decir, deja lo de afuera como está el cambio que necesitas es de adentro. Aceptar que los demás sufren como nosotros y ser conscientes del dolor de otros, nos podemos dar cuenta de que no estamos solos y nuestro dolor disminuye.

A poco no te ha pasado que estás triste o son sensación de mucho sufrimiento y te enteras de una situación "peor" de un amigo o vecino o familiar, y simplemente tus problemas pierden fuerza y llega a ti un deseo inmenso de ayudar al otro. Estamos conectados y por ello ayudar a otros a sonreír, a liberarse de las penas, apoyarle a que vea sus problemas más pequeños, nos hace sentir mucha alegría.
Cambiar nuestra perspectiva con otro ángulo en donde no solo mires tu existencia sino también la de otros, te permitirá sentirte más acompañado, menos solo, más empático y compasivo. Por ejemplo, si te sientes enojado o triste por alguna situación, pensar en que otros están viviendo lo mismo que tú y tal vez en condiciones mucho peores, ayudará a que te des cuenta de las nuevas oportunidades que trae consigo dicha situación por más catastrófica que pueda verse.

Por tanto, todas las acciones de ayuda a otros son el camino para la alegría verdadera y más duradera. Desde ir de voluntario a instituciones, ayudar a asociaciones civiles, donar lo que no necesitas y aún puede aprovecharse, dar alimento a quien tiene hambre, escuchar a tu compañero de trabajo, regalar un vaso de agua, brindar una sonrisa, etc. Como dice el dicho "haz el bien sin mirar a quien", sin esperar nada a cambio, experiméntalo y ya me contarás los resultados.
Cada día se puede hacer algo por los otros encuentra tu propósito cada día. A continuación te comparto algunas reflexiones que te apoyarán a comenzar a centrar tu vida en fomentar la alegría.
Siéntate cómodamente en una silla con las plantas delos pies en el suelo o con las piernas cruzadas.
Cierra los ojos y toma aire profundamente por la nariz varias veces.
Ahora pregúntate: ¿qué desea mi corazón? ¿qué deseo para mí, para mis seres queridos y para el mundo? nuestros deseos más profundos acostumbran a estar más allá de nuestros deseos y anhelos temporales. Lo más probable es que estén relacionados con una existencia llena de profundos valores humanos que nos conduzcan a una mayor felicidad, llevándonos de vuelta a nuestro lugar dentro del tejido de la vida. Podemos probar nuestras intenciones a través de cuestionarnos ¿es sólo para mí o para otros? ¿para beneficio de unos pocos o de muchos? ¿para ahora, o para el futuro?
Luego manifiesta tu intención para ese día. Por ejemplo: "hoy voy a saludar a todos con el amor que llena mi corazón", "hoy voy a ser paciente y cariñoso con mis hijos", repite durante el día. Si no lo tienes claro al principio puedes apegarte a una intención universal como:
Que todos los seres alcancen la felicidad
Que todos los seres se liberen del sufrimiento
Que todos lo seres nunca se vean sin alegría
Que todos los seres sean ecuánimes
Cierro el artículo de hoy recordándote que todos los excesos son dañinos. Volcarte completamente en los demás y olvidarte de cuidarte a ti, no dará muchos frutos, solo se puede ayudar si uno se ha ayudado a si mismo.
Bergsma A, Buijt I, Veenhoven R. Will Happiness-Trainings Make Us Happier? A Research Synthesis Using an Online Findings-Archive. Front Psychol. 2020 Nov 17;11:1953. doi: 10.3389/fpsyg.2020.01953. PMID: 33312145; PMCID: PMC7707103.
Lama D, Desmond T, Douglas A. El Libro de la Alegría. 1ra ed. Grijalbo. 2016.