Influencia de compañeros y hermanos en la alimentación de los niños
Comer no solo es un acto fisiológico sino un acto social. A muchos padres de familia les preocupan los hábitos de alimentación de sus hijos y desean lograr que coman sanamente, pero ¿Qué podemos hacer al respecto?

A los padres nos corresponde la tarea de tener en casa disponibilidad de alimentos que deseamos nuestros hijos coman con mayor frecuencia. Y en paralelo, ellos nos vean que los disfrutamos comer. Es decir, si

yo compro frutas y verduras y consumo cada día dichos alimentos, mis hijos los comerán. Si yo lleno mi alacena de botanas, golosinas y bebidas endulzadas, y eso es lo que ven comer y deleitar, mis hijos eso es lo que harán. Los niños tienen la capacidad de regular la cantidad que necesitan comer pero está en tus manos lo que puede seleccionar.
Sumado a ello, las relaciones de nuestros hijos con compañeros y hermanos tienen gran influencia sobre lo que comen. Estos vínculos tienen gran importancia en sus vidas y son experiencias que fortalecen sus habilidades para socializar. No obstante, estas relaciones pueden afectar de forma positiva o negativa la alimentación de nuestros hijos.
La revisión de estudios que cito al final de este texto analiza cómo impacta en la alimentación las relaciones con otros.

Destaca que los niños y adolescentes pueden fortalecer el consumo de alimentos saludables si sienten que sus hermanos o compañeros lo aprueban y que están comprometidos con ellos. Por otro lado, es más frecuente que la influencia de hermanos y compañeros sea hacia alimentos no saludables. Esto se explica al menos en parte porque se comparten botanas y golosinas lo cual facilita su consumo, se refuerzan entre ellos el gozo de consumir botanas, bebidas dulces, golosinas, etc., y la convivencia con este tipo de productos les promueve un grado de identidad y aceptación en el grupo.
Es interesante también considerar que hay diferencias en la conducta de niños y niñas. Las mujeres tienden a aceptar y mostrar menos resistencia a comer alimentos frescos y agua natural en comparación de los hombres. Esto probablemente por la percepción de insatisfacción del cuerpo que a veces es heredada desde casa o de los amigos. Los niños por su parte, aceptan y consumen con mayor frecuencia frituras, bebidas gaseosas y dulces que las niñas. Este grupo de población busca popularidad en sus grupos de convivencia y consumir estos productos otorga ese estatus.
Aún falta evidencia científica sobre qué es lo que influye más amigos o hermanos o familia; en qué momento se da esta influencia sea positiva o negativa; y por qué algunos niños y adolescentes son influenciados con mayor facilidad que otros. Mayores conocimientos al respecto nos podrán apoyar a usar dichas relaciones como reforzadores de una alimentación más balanceada.
En conclusión, por el momento los padres proveamos en su mayoría los alimentos que deseamos definan la alimentación de nuestros hijos y tener en cuenta los hábitos de alimentación de compañeros y amigos que rodean a los niños, son dos acciones que nos ayudarán a direccionar la nutrición de nuestros pequeños de casa.
Ragelienė T, Grønhøj A. The influence of peers' and siblings' on children's and adolescents' healthy eating behavior. A systematic literature review. Appetite. 2020;148:104592. doi:10.1016/j.appet.2020.104592